13 enero, 2011

¡CHATARRA!

Mires para donde mires, en el muelle no ves más que chatarra. Muchas son las quejas que transmiten los trabajadores a las empresas, directamente a sus jefes de operaciones, a los delegados de prevención que lo trasladan al Comité de Salud Laboral, etc. No hay nada que hacer. No hay más que chatarra. Salvo dos empresas, T.M.S. y Cisna que, a nuestro juicio, obtendrían una buena nota y un aprobado respectivamente, los demás dejan bastante que desear. Apartas del muelle las grúas móviles autopropulsadas, quitas la terminal de GSM y el Puerto de Santander podría convertirse en un plató para rodar cómo trabajaba el abuelo de la familia Alcántara (Cuentame como Pasó).
Y no vamos a enumerar una por una todas las piezas que habría que achatarrar y que quien debe de vigilar no ve. Pero nosotros vemos, por ejemplo, como se pasean con bastante frecuencia por los muelles, elevadores con los contrapesos suplementados sin que la autoridad competente intervenga.
Tenemos una grúa de Contenedores, que se ve desde toda la ciudad, que es una autentica vergüenza que siga en pie, y que actúa como carta de presentación del resto de material que circula por nuestros muelles.
La Grúas BYNSA y B & W están de pena. Nosotros hemos denunciado, entre otras cuestiones, que con tres de ellas es casi imposible trabajar con gancho. No hace mucho un afiliado nos pedía la publicación de unas fotos del estado de las cabinas de estas grúas y no lo hicimos por pura vergüenza. En el tema de los anemómetros ya hemos tirado la toalla. Lo mismo da que el viento en Santander sea noticia de portada en la prensa. En los muelles de Santander, desconocemos a que "extraño fenómeno" se debe nunca sopla por encima de los 70 km/h. Este punto le pensábamos tratar en la próxima reunión del Comité de Salud Laboral, anunciando precisamente eso, que tiramos la toalla y que por tanto, daremos instrucciones a los gruístas para que con la normativa en la mano, y en función de la mercancía con la que se trabaje, se actúe única y estrictamente bajo su criterio.
Por otro lado, muchos empresarios tienen una actuación muy curiosa, dejan en sus almacenes la maquinaria mejor y nos traen para trabajar al muelle lo peor que tienen. De los "taxis" que se utilizan en las operativas de coches, mejor ni hablamos... y hoy va, y se nos cae una de estas piezas de museo. Una Tolva manual que no sabemos los años que tiene, pero muchos. Algunas tolvas las han conocido de siempre los más antiguos del muelle. Y así estamos.
Hoy, por un encadenamiento de casualidades, no hemos que tenido que lamentar ni siquiera un herido. Nada. Todo ha quedado en un susto. Esperemos que sirva para algo, porque si hay algo que verdaderamente nos jode, es que hace 25 meses murió un estibador eventual afiliado nuestro, y bien poco aprendieron algunos.