30 diciembre, 2015

Feliz 2016

Hacía mucho que no escribía nada en este medio. Lo cierto es que la facilidad que proporciona Facebook de publicar con absoluta inmediatez cualquier foto o noticia, pudiéndolo hacer además desde el propio Smartphone, me ha llevado a volcarme más en esa red social que en este medio. No obstante, fieles a la tradición, ahí va el mensaje de final de año.

A nivel nacional cabría destacar dos noticias. La primera en importancia es la de la lamentable pérdida de dos compañeros en Santurce y Sagunto respectivamente, cuyas vidas se vieron truncadas por sendos accidentes laborales. No podemos añadir nada que no se haya dicho o escrito ya. Vaya nuestro recuerdo en estos últimos momentos del año para ellos y para sus familias.

La segunda, es que la oligarquía del parlamento europeo, la clase política española, y la presión del liberalismo en auge, mantienen en jaque a esta bendita profesión. Si concretamos, quizá habría que puntualizar y afirmar que no es la profesión lo que está en juego, si no las condiciones laborales y retributivas. Parece que el mundo tendría gran parte de los problemas resueltos, si no queda un solo sector laboral con regulación y salarios dignos. Salarios que, sin entrar en detalles, nadie nos regala. Esa presión liberal alentada por varios medios de comunicación, algunos de nuestro propio sector, como es el caso del que firma sus editoriales recordándonos que es ingeniero de caminos, manipulan la información transmitiendo a la sociedad que “casi todos los males” y el motivo del encarecimiento de los productos que consumimos, se debe al salario de los estibadores.
Pongamos un sencillo ejemplo para demostrar que eso es una falacia. Y además un ejemplo que está de actualidad con motivo de la liberalización del servicio de embarque de coches aprobada por el consejo de administración del Puerto de Valencia (Ojo, comunidad gobernada por el PSOE más Compromís – socios de Podemos -, no lo olvidemos). Esta liberalización trae consigo la desregulación absoluta de las condiciones en las que los trabajadores  realizan esos trabajos, en su mayoría pertenecientes a ETT`S, con contratos y  salarios por día. Al final, como mucho la multinacional de turno se puede ahorrar en torno a los 2 € por coche. ¿Se cree usted que esto va a modificar significativamente el precio del coche que usted compra? ¿Cuánto le va a salir más barato en el concesionario? ¿Es la estiba la que encarece el precio del producto? La respuesta es evidente. Del mismo modo que es evidente que el sector de la industria del automóvil tiene un gran poder en este país y que ha estrujado a todos los gobiernos sin excepción obteniendo ayudas de las que no gozan otros sectores de tal manera que todos estamos pagando un poquito del coche del vecino, y del mismo modo que es evidente que si una de estas empresas X exporta 300.000 coches al año, multiplicando estos por los 2 € que pueden ahorrarse precarizando el trabajo, les salen en su cuenta de beneficios 600.000 € más. Cantidad que se reparten entre los mismos de siempre y que evidentemente contribuye al aumento de las diferencias sociales, algo que de forma imparable y exponencial  se está produciendo en los últimos años.

A nivel local poco se puede destacar. Los resultados de las últimas elecciones autonómicas produjeron un cambio de gobierno regional y como consecuencia, un cambio en la presidencia del puerto. Habrá que dar tiempo, aunque como tuve oportunidad de decirle al propio presidente en el único encuentro que hemos tenido, su antecesor se lo ha puesto “chupao”.

Bueno, eso, y el rifi-rafe absurdo que un empresario audaz e innovador buscó con todo lo que se menea en el puerto. Así, literal, con todo, trabajadores y empresarios. Y  si he subrayado lo de todo lo que se menea no es por casualidad ni por error. Y es que de los cuatro sindicatos en la estiba de Santander, sólo ha cargado contra SCAT, señalando a dos de sus componentes y colocando la diana solo en uno, en el autor de este blog. No voy a dedicar ni un solo renglón más a este individuo, sólo decir que dentro de su curriculum además de innovador y audaz, puede añadir que es el único empresario de la estiba, que al menos yo conozca, al que se le han hecho “memes”.

Volviendo a lo importante. Finaliza otro año y el 2016 traerá respuestas a la situación actual de la estiba, o no, como diría el mismísimo Rajoy. Y es que tal y como está el panorama político nacional en este mismo momento, no sabemos si tendremos nuevo gobierno o nuevas elecciones generales. Y en el caso de haber nuevo gobierno, de qué color va a ser,  si este va a ser de transición y si aborda la reforma de la estiba en qué términos y con qué autoridad. Veremos. Porque tras lo de Valencia que he citado anteriormente, si algo tenemos que tener claro los estibadores es que ningún color político (ni el azul ni el colorao ni el naranjito ni el morao) nos sienta mejor que otro.

La única certeza que tenemos para el próximo año es que, ante la pasividad del resto de los sindicatos, SCAT se ha visto obligado a presentar preaviso de convocatoria de elecciones sindicales en Sestisan-Sagep. Se constituirá la mesa el próximo día 16 de enero. Nosotros presentaremos una lista plagada de caras nuevas, ilusión y ganas de seguir trabajando, y a partir de ahí, las urnas decidirán.

Ah, casi se me olvida, en 2016 continuaremos con el programa de formación para futuros estibadores, programa que cuenta con el apoyo y colaboración de todo el sindicato y con la de un grupo de compañeros que lo hacen de forma absolutamente altruista y desinteresada  y sin los que sería imposible sacar esto adelante.


Lo dicho, Felíz año nuevo. Nos vemos mejor en Facebook ESTIBADORES DE SANTANDER.