25 abril, 2015

¡UN SOPLETE, POR FAVOR!

LA OBSOLESCENCIA INNECESARIA. Un titular que en dos palabras define a la grúa de contenedores que tenemos en el puerto de Santander. 

Obsoleta por tecnología, por que en el siglo XXI, hay que subir hasta la base de la pluma para poder bajarla, obsoleta por tamaño, tanto en altura cómo por la longitud de la pluma que no llega al octavo contenedor de manga.

Insufrible su posición de trabajo. 

Acongojante el acceso a la cabina. Es decir, un cero en ergonomia. 

Y además innecesaria.

La experiencia de cargar contenedores con grúa móvil autopropulsada da un gran resultado, a pesar de que el sprader es francamente mejorable.

Los gruistas nos ahorramos pasar malos tragos (mejor no entrar en detalles vergonzantes), mojaduras y frío de forma innecesaria.

Además sólo su presencia, sólo su estampa, transmite una imagen paupérrima de nuestro puerto.

Los gruistas agradeceríamos que se achatarrara, destino que por cierto tenia antes de llegar a Santander, obsoleta ya por entonces, hace casi 30 años.