Al
tiempo le pido tiempo y el tiempo tiempo me da,
y el mismo tiempo me dice que él me desengañará. Tiburcio
y el mismo tiempo me dice que él me desengañará. Tiburcio
Finaliza 2013. Pocas
páginas por arrancar del calendario, o como en mi caso, pocas páginas más por
escribir.
No ha sido un año fácil
para el autor de este blog. Todos los que
habitualmente le/me seguís, lo sabéis.
Pero, en esta ocasión, no quiero hacer el tradicional balance anual que me obligue a recordar demasiado.
Ha sido,
desde el punto de vista tanto sindical como personal, un año que ha ido de nefasto a inmejorable. Y con
esto ultimo me quedo.
Afirma un viejo conocido
aquello de que “lo que sucede,
conviene”. Y gracias a que me prometí
a mí mismo y a aquellos que me importan de los que me rodean, que en
esta ocasión iba a actuar de forma diferente, he conseguido reconducir una
situación muy desagradable y en ocasiones lamentable tanto en lo sindical como
en lo laboral.
En ambos aspectos me siento, ahora, en el mejor momento de los
que he vivido. Y, por lo tanto, he podido comprobar que la frase
es, o al menos en este caso lo ha sido, cierta.
Porque, y me refiero única y extríctamente al aspecto sindical, desde el 20 de
noviembre del año pasado, tenía claro cómo iba a terminar, y fundamentalmente,
en donde, en qué sindicato iba a
terminar. Eso lo tenía tan claro como reservado.
Sin embargo, fui dejando que
el tiempo hiciera su trabajo y que los demás tomaran las decisiones por mí, para,
de esta manera, comprobar por primera vez en mi vida, como la gente que me rodea , gracias a esas
decisiones, me facilitaba el camino cada
vez que me encontraba en una encrucijada.
Y esto facilita mucho las cosas y te
carga de razones y argumentos. Sobre todo si, además de dejar pasar el tiempo
en algunas cuestiones, en otros ámbitos no le pierdes. Le aprovechas al máximo.
Por eso, se cierra un
2013 en el que me apetece compartir mi
felicidad con los que me quieren, con
los que me aprecian y con los que
confían en mí.
Feliz Navidad. Feliz 2014
Fdo. José Loreto