Durante la jornada de logística de
vehículos terminados en el SIL, se produjo por primera vez una critica
pública a la actual redacción de la ley de Puertos respecto al trabajo
portuario con los coches. El director del puerto de Barcelona lo hizo
de forma mesurada pero reiterada. "Que se aclare, o que se vuelva a
redactar" vino a decir.
Aclarar y definir el problema de la estiba en los coches.
Carbonell sorprendió solicitando a quien fuera menester, es decir,
al presidente de Puertos del Estado, que aclare y -si es necesario-
redacte de nuevo el artículo que regula las competencias en caso de la
manipulación de vehículos por parte de los estibadores.
Carbonell reiteró que no solicitaba que se modificase de entrada la ley,
sino que se aclarase y si hacía falta que se volviese a redactar el
célebre artículo al que se agarra Coordinadora para hacer retener las competencias del movimiento de automóviles y vehículos en las campas portuarias. Carbonell
fue más lejos, solicitando que se permitiese el trabajo de empresas
en las campas portuarias dentro y fuera de los recintos de los
puertos.
Carbonell también pidió que si podía lograr nuevos tráficos de Centroeuropa con objetivo de dar más trabajo a los puertos.
Luis Rafecas, el director de logística de Ford se quejó de dos cosas, el incumplimiento electoral de Rajoy de no revisar las fiestas y puentes en España, que
dijo que eran excesivas y de que el nivel de formación de los
titulados superiores dejaba mucho que desear y que tenían que eliminar a
una gran parte de los candidatos porque no tenían el más mínimo
nivel.
Promesa incumplida de eliminar
festivos entre semana, como otras veces el director de Logística de Ford
también puso la elocuente transparencia con las palabras del
presidente del gobierno actual, Mariano Rajoy, prometiendo el paso de
los festivos entre semana a los lunes y a los viernes. Dijo que ni una
sola de esas promesas se había cumplido.
Por otro lado, Abraham Peralta de Transfesa, dijo que la diferencia
entre llevar un coche en un tren de 400 metros cuadrados y en otro de
700 es de dos euros por coche.
Herrera puntualizó en que Renfe no puede exigir regularidad en los
trenes de coches y que deben ser multicliente, ya que las fábricas de
automóviles tienen que tener flexibilidad.
Publicado el 6 de junio en Revista Puertos y Navieras