Cuando el pasado 8 de enero anunciábamos la fusión de las federaciones de transportes y de comercio de UGT, augurábamos una pérdida de peso específico de la federación de transportes respecto a la de comercio en Cantabria. Sin embargo el terremoto interno es de mayor magnitud. Lo suficiente como para que el sector de puertos sea dominado por la mayoría legítima de el del mar, lo que supone que algunos puedan perder ese status que todos conocemos y preferimos no calificar, ya que lo hacen por sí solos. Ante esta posibilidad, salen a relucir esos valores fraternales que nosotros siempre hemos tenido muy claros y que no necesitan más comentarios: