Algunos piensan que a los 40 iniciales por fuerza van a seguir más empresas dándose de baja de Anesco.
Las asambleas previas a la firma del IV acuerdo Marco se han ido
caldeando a medida que llegaba a su final, la del día 29 de julio por la
mañana previa a la firma por la tarde fue especialmente difícil,
algunos históricos de Anesco al parecer hasta 40 empresas, de las 160
que hay en Anesco anunciaron que pedirían la baja.
Fuentes de Anesco han negado que esta cifra sea correcta pero no
han aportado ninguna, que les podamos ofrecer. Está claro que están
dolidos porque no solo afecta casi aun 25 – 30% de las empresas
asociadas, sino por que algunas que son históricas y aunque no sean muy
grandes son cercanas al espíritu que ha habido siempre en Anesco de
empresas familiares que querían proteger sus intereses.
Según fuentes de la administración, y esto es lo grave, este proceso es inevitable. “Anesco ya no sirve a los propósitos que tenían”
así dicen estas fuentes que aseguran que Anesco siempre tuvo la
obligación de defender a sus empresas y de blindarlas ante la entrada de
la competencia en una alianza o así lo pareció singular con
Coordinadora y los estibadores.
Estas fuentes tan evidentes pero que pueden estar equivocadas, se explican que durante décadas que Anesco logró mantener cerrado el mercado a unas centenares de empresas familiares en los puertos españoles
gracias a su buen entendimiento con los sindicatos de la estiba en
especial Coordinadora. La situación según estos estrategas es que esto
ha cambiado. Dicen “ la situación económica ha cambiado y ya los costes
que pone Coordinadora como socio y compañero de viaje son imposible de asumir”.
Estas fuentes dicen que desde los graneleros a los cerealistas, "que la
gente no soporta" como ejemplo; los cereales pagar 15 euros por
tonelada movida. Esto es imposible de asumir dicen estas fuentes y va
llevar a que cada vez haya más empresas incomodas de estar en Anesco.
Hasta que punto está versión, de esta crisis que puede ser solo
coyuntural en Anesco, y en realidad habrá que verlo. Pero todo depende
de qué hasta que punto el Tribunal de Luxemburgo haga sangre del modelo
de estiba español. Coordinadora parece que hizo bien en preocuparse de
la no firma, con mejor información, como casi siempre, sabía que podría quedarse sin interlocutor en cualquier momento,
Al parecer en la reunión de hace dos semanas en el Ministerio de Fomento se le transmitió Anesco de una forma fría, y todo el mundo recalca,
que lo que hubo fue una fría y aséptica transmisión por parte del
Ministerio de Fomento e incluso de la Ministra, de hasta qué punto podía
llegar el ministerio ayudar. Estas fuentes retratan un escenario muy
creíble por parte de la Ministra que no le gusta entrometer ni a su
ministerio ni a sus fondos públicos más allá de lo que debe, al parecer
lo que reino fue un mensaje frío de que ante el Tribunal de Luxemburgo,
aunque va haber una audiencia previa un "hearing" a que haya una
sentencia el Ministerio de Fomento, el Gobierno español y Puertos del
Estado poco podían hacer en auxilio de las empresas estibadoras.
Esto significa que es muy real el panorama reflejado, el panorama
descrito por José Llorca hace meses, por cuál si no se hacia algo las
empresas estibadoras españolas tendrían que quedarse con los pasivos sociales.
Los pasivos sociales no son otros que 6.000 trabajadores estibadores muy
bien pagados, con unos sistemas de jubilaciones anticipadas muy
parecido a los hombres del mar y generosos que serían una enorme carga
social para las empresas. Máxime como reconocen muchas fuentes e incluso
del mundo de la estiba y de las patronales que si se aplicasen
criterios de jornadas laborales de los estibadores del censo de los
6.000 sobrarían 3.000. Estas son unas cifras tremendas para un
sector que tendrían que soportar sobre costes por sus trabajadores que
fueron separados del ámbito público, con la segunda ley de puertos.
Recordemos que entonces que el Estado y Puertos del Estado vendió
aquello como un triunfo porque separó y lanzó a los trabajadores al
ámbito exclusivamente privado-empresarial. Al margen de teorías
jurídicas que tendrían que poner a prueba esta situación, la realidad es
en teoría los trabajadores de la estiba depende solo de la sociedad de
estiba la SAGEP que son sociedades donde ya salvo en algunos pocas
excepciones no tienen ningún acción el Estado.
En esa situación muchas empresas de Anesco evidentemente no la mayoría,
ha pensado que ya según estas fuentes Anesco no le sirven su propósitos y
es mejor para cada uno tirar por libre e ir adelantándose a los
posibles efectos de una sentencia del Tribunal de Luxemburgo.
Este ácido pronostico sobre el futuro de muchas empresas de
Anesco no parte de nosotros pero tenemos que reflejarlo porque las
personas que así lo pronostican son ecuánimes, nadas sospechosas y
clarividentes.
Opinión. El farero. Publicado por Revista Puertos y Navieras.
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