Os reproducimos la noticia aparecida el pasado día 5 de septiembre en la edición digital de EL COMERCIO.ES :
PUERTOS DEL ESTADO EXCLUYE DEL SERVICO DE ESTIBA LOS COCHES NUEVOS
El presidente de Puertos del Estado, José Llorca, ha
anunciado que «la manipulación de automóviles nuevos ha dejado de ser
estiba, es una actividad comercial, por tanto los pliegos reguladores de
la manipulación que cada autoridad portuaria tiene que aprobar no van a
incluir la manipulación de coches», según informa en su edición de la
primera quincena de septiembre el periódico especializado Transporte
XXI.
A juicio de José Llorca, según el citado rotativo, «le
ley está muy clara», pero el asunto, o la interpretación de la referida
ley, generó hace algo más de un año una agria polémica en El Musel que
se extendió a los demás puertos de España, con convocatoria de huelga
incluida que afectó al servicio de la autopista del mar con Nantes.
La Autoridad Portuaria de Gijón consintió entonces que la
autopista del mar embarcara coches nuevos sin utilizar estibadores, en
un momento en el que se esforzaba por captar ese tráfico.
La reacción de los trabajadores fue inmediata, no sólo en
el puerto gijonés, sino también en el resto de los puertos, ya que se
estaba creando un precedente que para El Musel no era excesivamente
significativo, pero que afectaría a muchos estibadores y esa iniciativa
se extendía a puertos que mueven muchos miles de vehículos sin
matricular.
El conflicto se resolvió con un acuerdo que puso fin a
las tensiones, pero que no dejó claro cuál de las dos interpretaciones
de la misma ley es la correcta.
José Llorca reabre el debate con criterios y argumentos
similares a los que llevaron a la Autoridad Portuaria de Gijón, en el
periodo en que estuvo presidida por Fernando Menéndez Rexach, a permitir
hace año y medio la exclusión de los estibadores.
En ese sentido, la Asociación Española de Fabricantes de
Automóviles y Camiones (Anfac) había solicitado lo que ahora Puertos del
Estado defiende, mientras que los sindicatos propugnan diálogo «caso a
caso y puerto a puerto», para propiciar acuerdos.