Como contrapartida y evidente muestra de sensatez, reproducimos aquí una carta que hace unos días apareció publicada en el mismo medio de comunicación firmada por mi buen amigo Luis Fernando Mantilla, profesor titular del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Energética de la Universidad de Cantabira. Dada la vieja amistad que me une a él y a que la suscribo por entero me atrevo a publicarla:
Grúa si, o grúa no. Grúa aquí o grúa allí. Falaz disyuntiva, sutil divagación. Las cuestiones esenciales son el impacto urbanístico y la prevalencia de la voluntad democrática frente al poder económico. Los objetivos estratégicos del diseño del frente marítimo de Santander, de dimensión social e histórica, son de orden superior a la ubicación de un determinado equipamiento, como es el Centro Botín de las Artes. Indudablemente es una oportunidad cultural única, casi irrepetible. pero debe someterse al interés general y los criterios estratégicos portuarios. Debe construirse donde la participación de los ciudadanos y de los expertos urbanísticos sugieran, donde Ayuntamiento y Autoridad Portuaria determinen.
Personalmente, lo tengo claro. Constrúyanlo en otro lugar. Existen varias ubicaciones posibles, seguramente más adecuadas a los intereses sociales del ciudadano de Santander. De todos modos, invito a aquellos que centran el debate en la grúa, a sentir su proximidad y a escuchar el susurro de las minúsculas letras de su placa conmemorativa que dice: «A los hombres y mujeres que junto a tu callada presencia han hecho posible el Puerto de Santander del siglo XXI». Callada presencia con voluntad secular, y no engorroso estorbo.
Publica esta entrada: José Loreto Castillo.