El conflicto abierto en El Musel por el embarque de coches nuevos en el barco de la autopista del mar, seguido con gran interés en los demás puertos del Estado, por el precedente que supone, acaba con la convocatoria de una huelga intermitente de los estibadores.
Los paros están anunciados, en principio, a partir del 1 de marzo, con una semana de duración y durante dos horas por turno. La convocatoria está avalada por dos de los tres representantes de los trabajadores de la Sociedad Estatal de Estiba y Desestiba del Puerto de Gijón (Gestiba), pertenecientes a los sindicatos Coordinadora y UGT, mientras que el otro delegado sindical, representante de una agrupación gremial de ámbito regional, apoya la firma de un convenio que limita el papel de los estibadores en el embarque de coches nuevos.
La convocatoria de huelga en Gijón, curiosamente, sitúa el conflicto en el ámbito estatal, pues aboca a una reunión de la comisión mixta del sector y con toda probabilidad serán empresas y estibadores representativos de todos los puertos los que debatirán si la ley liberaliza el embarque de coches nuevos, como ha defendido hasta ahora la Autoridad Portuaria de Gijón, o si se mantiene como función propia del servicio público de estiba, como defienden Coordinadora y UGT.
Estos últimos sindicatos solicitaron hace cerca de un mes una reunión con el presidente de la Autoridad Portuaria de Gijón, Fernando Menéndez Rexach, pero fuentes ugetistas señalaron ayer que, aunque recientemente se despalzó a Gijón un responsable del citado sindicato a escala estatal, sólo pudo reunirse con el gerente de Gestiba, y sin resultado positivo.
No obstante, la Autoridad Portuaria de Gijón hizo ayer pública una nota en la que «reitera su demostrada voluntad de diálogo, considera injustificadas e irresponsables las protestas convocadas y hace votos a favor de retomar las negociaciones para rubricar el principio de acuerdo que ya existe y que protege por igual los intereses del Puerto y los de los estibadores».
Mentira, mentira, mentira, mentira. La Autoridad Portuaria de Gijón no tiene ninguna voluntad de diólogo. Sólo quiere dialogar con el "sindicato gremial" que no es más que el sindicato personal de un impresentable, cuya forma de actuar se sitúa en tiempos pretéritos, muy del estilo de La Ley del Silencio. Si tuviera voluntad de dialogar no ningunearía a los representantes de UGT. Podrá realizar las consideraciones que quiera pero las protestas están superjustificadas, nada menos que tres justificaciones por semana, tantas como escalas hace el puñetero barquito de la Autopista del Mar. El principio de acuerdo que ya existe es una bazofia ilegal. Sólo defiende los intereses de terceras personas, somete a la plantilla a un auténtico chantaje y de ningún modo defiende los intereses de los estibadores, si no más bien todo lo contrario, ya que se les priva de un trabajo que la ley nos reconoce en el artículo 149.
Mentira, mentira, mentira, mentira. La Autoridad Portuaria de Gijón no tiene ninguna voluntad de diólogo. Sólo quiere dialogar con el "sindicato gremial" que no es más que el sindicato personal de un impresentable, cuya forma de actuar se sitúa en tiempos pretéritos, muy del estilo de La Ley del Silencio. Si tuviera voluntad de dialogar no ningunearía a los representantes de UGT. Podrá realizar las consideraciones que quiera pero las protestas están superjustificadas, nada menos que tres justificaciones por semana, tantas como escalas hace el puñetero barquito de la Autopista del Mar. El principio de acuerdo que ya existe es una bazofia ilegal. Sólo defiende los intereses de terceras personas, somete a la plantilla a un auténtico chantaje y de ningún modo defiende los intereses de los estibadores, si no más bien todo lo contrario, ya que se les priva de un trabajo que la ley nos reconoce en el artículo 149.
Las diferencias estriban en que la empresa que carga vehículos nuevos en la autopista del mar Gijón-Nantes no contrata estibadores. Esa circunstancia, que se prolonga desde el comienzo de la línea, en el caso de las plataformas rodantes, ha provocado ya varias tensiones, incluida la paralización, durante varios minutos, del embarque de esos vehículos, el pasado día 10 de febrero.
La Autoridad Portuaria de Gijón anunció la apertura de expedientes, pero fuentes ugetistas aseguraron ayer que no consta que ningún trabajador de Gestiba haya recibido notificación alguna, «aunque algo parece ser que dijeron a algún eventual».