Publica Hoy el Diario Montañés esta Noticia de Jesús Serrera. Que cada uno saque sus conclusiones:
Jaime González, nuevo presidente de la Autoridad Portuaria de Santander, subraya el perfil profesional de su nombramiento, "sin identificación política"
«El Puerto de Santander es el centro de productos y servicios más importante de Cantabria y debe seguir siéndolo. Es necesario crecer, atraer flujos de mercancía con valor añadido, convencer a las compañías de que deben operar aquí. Y no van a venir a buscarnos, tenemos que buscarlos nosotros, salir a vender nuestro puerto en un mercado muy agresivo», afirma Jaime González López (Santander, 1961) desde Essen (Alemania), donde se encuentra la sede corporativa del grupo DBSchenker, que dejará en las próximas semanas para ser el nuevo presidente de la Autoridad Portuaria de Santander (APS).
Reconoce que le ha costado tomar la decisión, después de una larga e intensa trayectoria culminada como director de Soluciones Logísticas para la UE de la más importante compañía europea del sector, «pero el reto profesional que supone la Autoridad Portuaria y la vinculación emocional con la tierruca han podido más».
Jaime González está inmerso estos días en la tarea de preparar su relevo en el grupo alemán con el que se ha sentido plenamente implicado en los últimos años, antes de regresar definitivamente a casa y tomar posesión de su cargo en la APS, probablemente en la segunda quincena de septiembre.
En la presidencia de la APS han fluctuado históricamente los nombramientos políticos y los profesionales. El de Jaime González, un especialista de la logística del transporte en el sector privado, augura un carácter muy ejecutivo en su nueva función. «Me ha gustado especialmente que el Gobierno de Cantabria buscara en este caso un perfil profesional, que es lo que yo soy, creo que en el mejor momento de mi carrera, con energía, experiencia y creatividad para desarrollar proyectos factibles que sean beneficiosos para el Puerto, para Santander y para Cantabria. Nunca he tenido una identificación política. Entiendo que hay un capítulo de relaciones institucionales que es necesario atender, pero confío en que esa parte sea la que menos tiempo me lleve en mi trabajo».
En los últimos años, Jaime González ha trabajado mucho en el extranjero, pero siempre ha estado en permanente contacto con su tierra. Los paseos por el frente marítimo santanderino son para él un ritual casi sagrado en vacaciones y fines de semana y la atención a la actividad portuaria también.
Nuevos tráficos
Su visión de conjunto sobre el momento del Puerto de Santander es buena, pero también cree que es mejorable: «Hay un tipo de tráfico que podríamos considerar más ‘cautivo’, vinculado a las propias instalaciones portuarias y a su entorno, que debemos mantener y fortalecer. Hay otro tipo de tráfico más fluctuante como el de los automóviles, que funciona muy bien en Santander y siempre ha estado muy bien calificado en los rankings de calidad, pero que está sujeto a amenazas del mercado, y en el que también tenemos que crecer. Y hay otro tipo de tráfico que no tenemos y que debemos conseguir. Pero en este capítulo prefiero no dar muchas pistas todavía, porque la competencia está siempre al acecho», advierte el inminente máximo responsable de la Autoridad Portuaria.
En ese debate sobre si los puertos deben especializarse en determinados tráficos o abordar todo tipo de operaciones, Jaime González lo tiene claro: «En mi opinión, y desde mi experiencia, no se puede ni se debe ir a por todo. Hay que decidir qué es lo que queremos, qué podemos aportar, cuáles son las diferencias que pueden obrar a nuestro favor en el sector, fijar los objetivos e ir a por ellos».
Jaime González apoya sin reservas el proceso de integración puerto-ciudad impulsado en Santander: «En este terreno ya se ha avanzado mucho y, desde luego, en cuanto tenga oportunidad me gustaría felicitar a quienes lo han hecho posible desde las instituciones. Y en lo que quede por hacer, me encantaría participar y aportar todo lo que sea posible. En mí encontrarán todas las facilidades».
«Recuerdo muy bien cuando era un joven estudiante y nos paseábamos por todo el frente marítimo, desde la Grúa de Piedra hasta el Barrio Pesquero, sin vallas de ningún tipo. Eso cambió a partir de los setenta y ahora es magnífico que se vuelvan a eliminar las barreras. La integración puerto-ciudad es lo mejor que se ha hecho en Santander en muchos años».