25 enero, 2015

Un poco de por favor



Trato de ser fiel a mis promesas, aunque eso nunca puede ni debe ser sinónimo de conformismo, ni aceptación, ni consentimiento de cualquier tipo de actuación.

Bueno, pensándolo bien finalmente voy a serlo y, dentro las opciones para proclamar ciertos comportamientos poco edificantes, voy a elegir la que creo mejor, menos conflictiva, y que al invitar a la reflexión puede resultar más didáctica.


Digamos, para empezar,  que alguno se encontró en su momento con una herencia , la cual ha ido gestionando a su manera, y resulta que transcurrido ya tres cuartas partes del tiempo para pasar una reválida, parece que se ha dado cuenta de que ha realizado un malgasto de la misma.

Digamos, para continuar, que su reacción y única alternativa para mantener en un futuro su status parece ser que puede pasar por robar el patrimonio, no de cualquier prójimo que para eso existen ciertos escrúpulos, si no del nuestro, con quienes no parecen tenerlos, al no contar con la afinidad o alianzas que mantiene con otros.


Pero nosotros siempre hemos pensado que existiendo a lo largo del tiempo, muchísima materia y muchísimos argumentos sobre los que reivindicar la singularidad y realizar propaganda sindical, existen, por tanto, límites que no se deben sobrepasar por tocar materias extremadamente delicadas.

Y esos límites se han sobrepasado, disfrazando con aparente desinterés unas prácticas muy poco honestas.


- Contribuir a la desorientación e incertidumbre de los que están en una situación más débil, es algo no sólo contraproducente, si no lo diametralmente opuesto a lo que necesitan.

- Insinuarles que su mala situación puede deberse a motivos de afiliación sindical con nosotros es además de una gran falsedad, muy poco elegante.

- Insinuarles que todos sus males pudieran tener fin cambiándose de sindicato, no  es precisamente una actitud ejemplar o edificante.
- Si a todo esto le sumas una importantes insistencia, puede terminar convirtiendose en un auténtico acoso.


Por eso humildemente pedimos al autor/es de estas actuaciones que demuestre/n que es/ son capaz o capaces de solucionar este problema para tenernos que tragar muy gustosamente lo anteriormente dicho. Y no solo nos lo tragaremos, si no que públicamente lo reconoceremos. Y de paso alguno podrá escribir en su peculiar currículum sindical: “Hice algo”.