Una conversación no cambia un discurso de un día para otro, de ayer a hoy. Está claro. Pero al menos cuando directamente y mirando a los ojos a las personas les expresas lo que en estas páginas no procede publicar, descubres matices.
Y eso ha sucedido hoy tras una conversación con uno de los
representantes de CC.OO. al que hemos trasladado nuestro malestar por lo que es
una orquestación para apartarnos del círculo en el que se toman las decisiones
y que supone, al menos, una absoluta descortesía. No pueden ni deben
anteponerse las simpatías o antipatías personales a los intereses comunes.
Nosotros no lo hacemos nunca, pero lógicamente, manifestamos nuestro malestar,
sabedores de que tenemos capacidad suficiente para elaborar nuestra propia hoja
de ruta. Pero no queremos llegar a este extremo, conscientes de que transmitir
una imagen de desunión no favorecen nada los intereses colectivos.
Estamos de
acuerdo en que si, como tradicionalmente hemos hecho, quedamos a primera hora
para reunirnos todos los sindicatos previamente a cualquier convocatoria
empresarial, y nos presentamos en los locales de la empresa, esta reunión no
puede ser cambiada por un desayuno organizado por UGT del cual estamos
excluidos y autoexcluidos. Del desayuno directamente a la reunión, y así pinta
todo.
Esta práctica
creemos debe suponer una satisfacción para los representantes de UGT que
anteponen las relaciones personales a los intereses colectivos, en la creencia,
además, de que de esta manera escenifican su dominio sobre el resto de
organizaciones sindicales a pesar de no tener representación en el Comité de
Empresa.
CC.OO. y Coordinadora deberían tener cuidado
de que esa escenificación no se prolongue demasiado en el tiempo ya que de lo
contrario sus afiliados podrían comenzar a hacerse ciertas preguntas.
Pero lo
cierto es que esa práctica lo que supone es una auténtica descortesía no ya con
los delegados de SCAT, si no con todos los trabajadores que están detrás, que
nos han elegido sus representantes y han depositado su confianza en nosotros. Y
supone una descortesía tanto por parte del organizador como por el que complicemente y complacientemente
da consistencia a esas prácticas.
Así se lo
hemos trasladado esta mañana a CC.OO. y en la primera oportunidad que tengamos
a Coordinadora.