3 años sin Comité. Ese es uno de los datos relevantes de la reciente historia de Sestisan. 3 años de frentes personales, 3 años de intento de ostracismo y 3 años en los que la agenda sindical se regaló, quedando a merced de las iniciativas empresariales.
3 años en los que Coordinadora ha sido lenta pero consciente e inevitablemente absorbida y consumida, 3 años en el que ha sucumbido a la erótica del beso del Vampiro, 3 años de desidia, de risas de viernes tarde, 3 años en los que no han aprendido nada.
El pasado día 23 de febrero se celebraron elecciones sindicales en Sestisan. El pasado 23 SCAT batió un récord. En tan sólo 27 meses de existencia, mojó la oreja al resto de Sindicatos que históricamente han tenido sección sindical en Sestisan. 27 meses de existencia, 27 meses de trabajo, 27 meses afianzando el presente, 27 meses sembrando el futuro, 27 meses demostrando que hay formas de superar bloques y bloqueos, 27 meses, por supuesto, de las críticas de los inanes.
Paralelamente, y como consecuencia de lo anteriormente expuesto, Coordinadora ha obtenido sus peores resultados, y como consecuencia de lo anteriormente expuesto, quien le consume, se ha quedado a un sólo voto de ellos.
No era de esperar de la franquicia santanderina del sindicato mayoritario una reflexión o análisis al respecto. No era de esperar en ellos. No es lo que parece les ocupa.
El precio, dejar pasar un tiempo que va en contra del colectivo, tiempo que necesitan para resolver su particular situación interna, y por omisión, entregarse de nuevo en brazos de quien les fagocita (no busques en el diccionario, ''el que te absorbe y neutraliza''), y...que pasen otros 4 años.
Parece que Coordinadora Santander está dispuesto a continuar por la senda que le lleva a un punto sin retorno y con el mayor de los desprecios hacia su propia marca y una intolerable falta de respeto a las urnas. Eso, ni más ni menos es lo que ayer su Asamblea, soberana por supuesto, ha decidido.
Pero, al fin y al cabo, es inútil cualquier argumentación, cuando los prejuicios se anteponen a la razón.
No obstante, cada uno es dueño de su propio destino y de su ombligo, y a nosotros no nos queda otra que admitir las decisiones ajenas. Las mismas que nos han traído hasta aquí.
Mañana, sesión ''de investidura'' y por fin sabremos en qué consiste el pacto de los perdedores.
"Decía Churchill que el problema de nuestra época es que hay hombres que no prefieren ser útiles, sino importantes. Reflexionen aquellos que se creen muy importantes pero no están siendo útiles a sus compañeros".